Desde el interior se abren las llaves
de siete colores que llevan al camino
que tanto buscamos en el andar por la vida,
recorrimos cada uno al pasar sin darnos cuenta
y el roció de cada mañana refresca nuestras almas
para seguir por la vida buscando esa llave que quizás
algún momento la tuvimos entre las manos sin sentirla.
Mas nunca es tarde de florecer nuevamente
y volver a tomar con
fuerza el aire
para mirar el color en cual nos queremos detener
y rehacer nuevos caminos
y soltar todas nuestras inquietudes
sobre los aires entre palomas blancas.
La vida es lo único que tenemos
para abrazarla con pasión
y dejar que ningún sueño quede atrapado,
solo dejar ir la imaginación y ser atrevida
con nosotros mismos para terminar
un día nuestros días en plena paz.
Maru Parodi o Caballo Negro – Chile
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