miércoles, 7 de noviembre de 2018

Delirio o realidad


Delirio o realidad

Caminaba ya de noche bajo los  faroles con esa luz casi sutil y más de alguno quemado,  apenas poder levantar mis pies, la fiebre me quemaba la fisionomía, mientras las gotas de sudor corrían  libremente sobre mi espalda. La niebla comenzaba a bajar desde el puerto y tenía prisa de llegar a casi antes de no poder ver nada.
En instante y sin darme cuenta estaba dentro que un sueño, perdido entre mis delirios que me perseguían sintiéndome solo, abandonado.
La imaginación estaba delirando con imágenes o vivencia ya no sé, pero alteraban mi descanso. Una mujer anciana y andrajosa caminaba bajo los aleros pidiendo de casa en casa, yo trataba de hablarle pero no me escuchaba, quizás era sorda. De pronto un gran perro negro cruzo la calle, se detuvo, mirándome minutos sin ningún movimiento me produjo  miedo por estar desprotegido y sin fuerzas.
No sé cuánto tiempo paso entre miles de escenas que pasaban sin parar, de forma vertiginosa sentí la sensación de una  plaza llena de niños jugando y las campanas de una iglesia anunciado su entrada y no pude llegar a ella, mi cuerpo temblaba, todo era terrorífico, el aire era de un olor indescriptible, seguí perdido caminado a pies descalzos, era una sensación muy extraña…me sentía un errante mas con harapos de vestiduras y un madero extraño que me ayudaba a caminar sin rumbo, ni sueños.
 De pronto alguien me toco el hombro, no saber el tremendo salto que di, si estaba solo en ese lugar, me di vuelta lentamente para ver quién era…sorprendido…mirando como al infinito, no lo podia creer era mi sombra que estaba separada de mis movimientos. A esas alturas no sabía dónde estaba…especulando que por la fiebre había muerto y me encontraba como en el Limbo, donde siempre pensé que uno debería pagar sus errores  o esperar la hora de partir quien sabe dónde.
Medio loco por todo, torturado ahora por mi sombra que no seguía mis pasos y se perdía en el ancho paraje, dejándome sin fuerzas…no quedaba otra que seguirla esperándola recuperar ya que era mía  y la necesitaba para no sentir el silencio y soledad, que locura e imaginación tenia a esas altura de tantas cosas extrañas vistas.
Camine, camine…solo sé que  caminaba no podría decir cuánto y menos hacia donde iba, el agotamiento se apoderaba de mi y las fuerzas decaían a cada paso. A lo lejos escucho  las olas del mar que suena pegándole como contra rocas, mientras las gaviotas volaban con su canto, fue un momento de compañía y regocijo… desempañando un poco mi mirada perdida en la niebla y las locura que pasaban una tras otra, me deje llevar por  el ruido para ver donde me llevaría… de pronto escucho una voz:
Desconocido: << Cuidado, pareces nuevo>>
Yo: Me detuve hasta sin respirar del susto… era imposible ver su rostro, no se me ocurrió más   que preguntar  << Quien eres, que hay mas allá>>  unos segundos que fueron largos en esos momentos.
Desconocido: Esta el acantilado que da al mar y con un paso más caerías sin pensar, liberándote de mí.
Yo: ¿Liberándome de ti, no entiendo?
Desconocido: ¡Si  de mí, de ti mismo!
Yo: La verdad no sabía con quien hablaba, era un cuerpo al cual me era difícil verle su cara, me quede un rato en silencio tratando de buscar la coherencia de todo esto. Hasta que me decidí preguntarle.  << Y tú quien eres o que eres de mí, que me hablas con tanta seguridad y le alertas de no caer >>
De pronto comenzó a reír cada vez más fuerte y no paraba, mis oídos no soportaban  la agudeza de su voz. Estaba perplejo al ver su reacción,  no contestaba a mi pregunta, siento que mis piernas de doblaban y caía lentamente sobro las duras rocas y las lagrimas ya corrían sin parar.
Desconocido: Que haces, que te dije o eres estúpido, no vez que si caes al vacio me dejas vagando entre la niebla. Ya...deja de llorar y toma la vida entre tus manos  una vez más.
Yo: Con la garganta atragantada volví a preguntarle  << Quien eres, porque reías y porque te importo si muero o me pierdo>>
Desconocido: Aun  no me reconoces, trata de mirar detenidamente mi cara y veras quien soy.
YO: Es que las lagrimas y el cansancio no  me dejaban  ya ver, solo quería salir de ese lugar y no irme con la incógnita de quién eres, no lo soportaría.
 Poco a poco me apoye con mis manos para poder levantarme nuevamente, los pies descalzos ya con  llagas de tanto andar. Fue duro y doloroso quedar frente a él; ya que entre mis delirios veía gente que paso a mi lado pero nunca logre verlos  solo murmuraban en idioma extraño, era como invisible ante esa nada.
Desconocido: Vamos hombre mírame es tu última oportunidad, enfrenta la vida como es, como siempre has luchado.  ¿No me dejaras morir?
 Lentamente, temblaba ante esa voz fuerte que mas que pedir me ordenaba, era tanto mi temor que  poco a poco fui levantando mi cara, quedando estupefacto más que  sorprendido frente aquel desconocido.
Desconocido: Vamos mírame, no te acobarde al último de tus suspiros.
Yo: Si, te conozco… soy yo…como puede ser…estoy loco…confundido.
Desconocido: Si soy tú, soy tu sombra ¿Si no me tomar ahora nos perderemos los dos?
Yo: Donde estamos, que lugar tan extraño, porque me han tratado con angustias y miedos.
Desconocido: Vamos los segundos se acaban, tomas mis manos y abrázame, rápido…no queda tiempo hombre, reacciona.
Sin pensarlo me envolví muy fuerte y sentí que caía sobre una cama con mi cuerpo adolorido, y de delirios, abrí poco a poco los ojos, mientras sentía paños húmedos en el rostro calmaban aun la fiebre y solo escuchaba a una  enfermera  <<Sr. Calma, ya está bien, no se preocupe>>.
Muy exaltado grite <<Mi  sombra>>, y volví a desmayarme en una fría sala de hospital, al pasar unos cuantos días, reaccione estuve a punto de morir esa noche por la fiebre que me desmaye en la puerta de mi casa  y los mios de urgencia me llevaron perdiéndola conciencia.
Sentía que todo lo vivido. no había locura ni delirio, me senté en la cama y allí está él mi sombra, mi vida, la que me hizo reaccionar para volver.
No sé si alguna vez sano y cuerdo podre hablar con él y darle las << Gracias>>.


2018 – 11 – 6
Maru Parodi o Caballo Negro – Chile
Derechos reservados de autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario