Canto de vida
Siempre el ocaso
llega misteriosamente al alba
recibiendo la luz inédita
que necesita cada momento
nuestra alma.
Inquieta me refugio
en mis propias esperanzas
entrego mis dones naturales
como agua de manantial.
Me sereno por entera
al pensar cada minuto
hallar palabras justas
disipar el tiempo
ocupar el espacio.
Llevamos la vida
sembrando las tierras
llanas y puras
en los pasos dejados
de cosechas previas.
Somos luz eterna
zambulléndonos en el espacio
tomamos aire, mucho aire
y encontramos nuestros caminos
designados por la propia fe.
2016 – 2 – 10
Maru Parodi o Caballo Negro – Chile
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