martes, 8 de noviembre de 2022

Madrugada inconclusa

 



Madrugada inconclusa

 

Desperté a la 03:45 sin poder seguir durmiendo, no  quedo otra que deambular por la casa, los pensamientos van y vienen el pasado, presente y futuro como si fuera una corta película con miles de imágenes que me sacaban del sueño. Era entre films de Disney  pasando por romántica y suspenso, películas de las cuales en algún momento se vieron pero eran parte de mi mente, vida y sentí en vida con detalles.

Como la existencia te cambia de un momento a otro sin pensar en esos instantes que  venía era una aterradora pesadilla del cual no se puede despertar por más que se quieras. Es la realidad misma y cruda que se vive, primero el pánico y la desesperación de un mal sueño, luego quedas paralizada entre las rejas de las emociones para pasar un letargo que no tiene fin.  

Aquí estoy a la mitad de la noche, escuchando el mar como choca contra la orilla, la luna que tímidamente se asoma y aun los pájaros cantan para sentir vida, una voz suave me canta al oído para calmar esta desesperanza que nos envuelve. Miro mas allá y veo a mis seres querido como lloran en afonía con el corazón partido del cual ni yo se que hacer y cómo llevarlo. Observo cada noche las palabras de la biblia reencontrando un poco de paz.

Es muy difícil tratar de explicar las sensaciones que pasan por el corazón, de la cual no se encuentra alivio ni en el día y menos por las noches que son eterna, es como estar en una vía estación de tren donde después del 29 de agosto que se suspendieron los vagones y yo esperando aun que pase para tratar de retomar la vida nuevamente, pero es un tren que no se si volverá a pasar mientras la vida trascurre para todo de una u otra manera.

El letargo me aplasta al no encontrar la salida que se que no está en mis mano, solo hago lo que sé hacer rezar por él y por los míos para levantarnos día a día con fuerzas para un día mas, en una época del año que viene momentos importantes para uno de los míos y me embriaga el dolor de no poder hacer nada para aplacar el dolor de ellos, momentos que para todos nos marco esta etapas de nuestras savias y esta vez solo se escuchan sollozas en el silencio de la noche. No hay noche que no pida las fuerzas para levantarme y afrontar ese mañana incierto, es como una bomba a punto de estallar, cada uno con sus sentimientos atrapados y no encontrar una respuesta de por qué sucedió algo así de un día para otro, recordando la última llamada “Mañana nos vemos”…esa fue su voz que susurro al teléfono como si fuera un día más.

Aquí estoy solo llevando la vida como puedo, esperanzada en ese milagro, queriendo gritarle a la vida, salir corriendo sin rumbo, pero este caballo negro esta siempre alerta para cabalgar a lo que venga, sin miedo, sin resentimientos…se que tendrá que llegar el momento de pararme en este corcel en dos patas y aprender  aplastara  la vida con todos los sentimientos y quedar muda por largo tiempo hasta encontrar el horizonte aquí frente al mar.

No sé quién soy, quien fui, todo se esfumo aquel día sin preguntar ni una palabra, solo se sintió el terremoto en los míos, donde nuestras vidas cambiaron 360 grados girando y pedidos en ella como el huracán del Mago de Oz, sin saber donde terminar esta real historia.

De ser aprendiz de escritora quede con un mundo congelado, proyecto colgados en alguna pared y un futuro que menos se que pasara y en que lugar del mundo terminara la vida entre sombras y sueños quizás.

Se trunco la vida y los veo cada día perdidos grandes siendo niños aun, con un gran miedo y rabia a la vida, pero lo único que sé es que estaré hasta que pueda estaré para amarlos más que nunca y darle mis energía para que caminen ese futuro que no sabemos, entre la oscuridad siendo su luz para alumbrar sus caminos.

Ya casi al amanecer les puedo decir que los amo y los amare por siempre hijos de mi vida.

 

Maru Parodi – Caballo Negro – Chile

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2022 – 11 – 08