Cuanto le duele sentir que su corazón
se estremece, sus latidos cesan,
el amor va quedando
en la indiferencia
entre los silencio de
las moléculas del tiempo.
Ya no hay lagrimas, se quedaron en el camino,
lo vio partir sin verte el rostro,
solo sintió su aroma que se iba diluyendo
mientras caminabas al caer la luz del día.
No queda ni su sombra
bajo la luz de luna,
no se escuchan los cantico de los ángeles,
no queda ni milésima de ganas,
no queda ni una oportunidad para nada.
Ya ese corcel comenzó a cabalgar
a las altas montañas mas nevadas,
para que la lluvia no deje sus huellas
y no lo puedan encontrar nunca más
con tu pequeña existencia.
El dolor de su cuerpo ya no le deja caminar,
solo quiere llegar a lo más alto y encontrar la soledad
de las nubes y el frio de las eternas nieves
y morir solo, con su ser,
con su pena , con su
amor desolado.
2013 - 11 - 14
Maru Parodi o Caballo Negro - Chile
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