Susurros.
Quiero susurrarte al oído
ahora que me he quedado solo
y amándote locamente,
voy a jugar a tenerte un instante
entre mis manos con todo el calor
y el anhelo de esos besos,
donde tus manos me atrapaban
como malla de mariposa,
suave y sensual me entregaste
tus labios encadenados a mi cuerpo
con el idioma del amor puro.
Ya te llevo en cada sueño
donde los caminos tienen su nombre
y esas grandes avenidas el frescor de tu cuerpo;
ya amado bajo esos magnos arboles
entre la multitud de las viejas calles
sin tiempo para mirar
rostros,
solo decirte muy bajito al oído
... que aquí, has quedado plasmada
entre el sudor y sabor de tu boca
y en mis manos desenredo tu pelo
que poco a poco desnudaron tus ropas,
entre el susurro de esos locos besos
desde tu pecho a los oídos.
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