La esperanza no es una
utopía
Fue el fuerte viento que me llevo
entre nubes y agua a volar alto,
agradezco a los ángeles y a Dios
por mirar desde las grandes alturas del mundo.
El intercambiar mi tierra con orgullo
más allá de la alta “Cordillera de Los Andes”,
montañas que muchas veces
nos hacen ser diferentes,
donde quizás nuestros gobernadores
que solo velan por intereses propios
nos dejan a la deriva del sentir
de los pueblos.
Si miráramos las manos unidas
por la semilla de la palabra PAZ
que diferente serian nuestros mundos,
pero las esperanzas no se pierde
son como los sueños…
los invito a volar muy alto
para ver un mundo mejor.
2017 – 6 – 7
Maru Parodi o Caballo Negro – Chile
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