Madrugada
inconclusa
Desperté a
la 03:45 sin poder seguir durmiendo, no quedo otra que deambular por la casa, los
pensamientos van y vienen el pasado, presente y futuro como si fuera una corta película
con miles de imágenes que me sacaban del sueño. Era entre films de Disney pasando por romántica y suspenso, películas de
las cuales en algún momento se vieron pero eran parte de mi mente, vida y sentí
en vida con detalles.
Como la existencia
te cambia de un momento a otro sin pensar en esos instantes que venía era una aterradora pesadilla del cual no
se puede despertar por más que se quieras. Es la realidad misma y cruda que se
vive, primero el pánico y la desesperación de un mal sueño, luego quedas paralizada
entre las rejas de las emociones para pasar un letargo que no tiene fin.
Aquí estoy
a la mitad de la noche, escuchando el mar como choca contra la orilla, la luna
que tímidamente se asoma y aun los pájaros cantan para sentir vida, una voz suave
me canta al oído para calmar esta desesperanza que nos envuelve. Miro mas allá
y veo a mis seres querido como lloran en afonía con el corazón partido del cual
ni yo se que hacer y cómo llevarlo. Observo cada noche las palabras de la
biblia reencontrando un poco de paz.
Es muy difícil
tratar de explicar las sensaciones que pasan por el corazón, de la cual no se
encuentra alivio ni en el día y menos por las noches que son eterna, es como
estar en una vía estación de tren donde después del 29 de agosto que se
suspendieron los vagones y yo esperando aun que pase para tratar de retomar la
vida nuevamente, pero es un tren que no se si volverá a pasar mientras la vida
trascurre para todo de una u otra manera.
El letargo
me aplasta al no encontrar la salida que se que no está en mis mano, solo hago
lo que sé hacer rezar por él y por los míos para levantarnos día a día con
fuerzas para un día mas, en una época del año que viene momentos importantes
para uno de los míos y me embriaga el dolor de no poder hacer nada para aplacar
el dolor de ellos, momentos que para todos nos marco esta etapas de nuestras savias
y esta vez solo se escuchan sollozas en el silencio de la noche. No hay noche
que no pida las fuerzas para levantarme y afrontar ese mañana incierto, es como
una bomba a punto de estallar, cada uno con sus sentimientos atrapados y no
encontrar una respuesta de por qué sucedió algo así de un día para otro,
recordando la última llamada “Mañana nos vemos”…esa fue su voz que susurro al teléfono
como si fuera un día más.
Aquí estoy
solo llevando la vida como puedo, esperanzada en ese milagro, queriendo
gritarle a la vida, salir corriendo sin rumbo, pero este caballo negro esta
siempre alerta para cabalgar a lo que venga, sin miedo, sin resentimientos…se
que tendrá que llegar el momento de pararme en este corcel en dos patas y
aprender aplastara la vida con todos los sentimientos y quedar
muda por largo tiempo hasta encontrar el horizonte aquí frente al mar.
No sé quién
soy, quien fui, todo se esfumo aquel día sin preguntar ni una palabra, solo se sintió
el terremoto en los míos, donde nuestras vidas cambiaron 360 grados girando y pedidos
en ella como el huracán del Mago de Oz, sin saber donde terminar esta real historia.
De ser
aprendiz de escritora quede con un mundo congelado, proyecto colgados en alguna
pared y un futuro que menos se que pasara y en que lugar del mundo terminara la
vida entre sombras y sueños quizás.
Se trunco
la vida y los veo cada día perdidos grandes siendo niños aun, con un gran miedo
y rabia a la vida, pero lo único que sé es que estaré hasta que pueda estaré
para amarlos más que nunca y darle mis energía para que caminen ese futuro que
no sabemos, entre la oscuridad siendo su luz para alumbrar sus caminos.
Ya casi al
amanecer les puedo decir que los amo y los amare por siempre hijos de mi vida.
Maru Parodi
– Caballo Negro – Chile
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reservados de autor
2022 – 11 –
08